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lunes, 13 de abril de 2015

JUGUETES ERÓTICOS

AMANTIS
Hasta hace relativamente poco, los sex-shop eran unos locales siniestros, abigarrados de enseres y artilugios con aspecto sucio y olor a naftalina. Sólo los hombres se atrevían a entrar, pues las mujeres que lo hacían solían ser las strippers que trabajaban allí. Ellas bailaban en unas cabinas a modo de escaparate y, los hombres metían monedas en una maquinita para que se abriera la cortina y durante unos minutos, pudieran masturbarse mientras las chicas se desnudaban ante su lasciva mirada. Cualquier otro tipo de mujer que se acercara a esos locales, parecía que fuera buscando guerra, o trabajo, que a esas alturas prácticamente eran una misma cosa.


Hoy en día todo esto ha cambiado y mucho. Siguen existiendo este tipo de establecimientos, pero han proliferado otros, mucho más modernos que son los llamados: “Tiendas Eróticas”, pues aunque en inglés se traduzca exactamente igual, en España son otra cosa bien distinta. Se trata de negocios donde se vende salud sexual, más cercanos a las farmacias o a las tiendas de regalos que a los antiguos sex-shops sólo aptos para “viejos verdes”. Estos nuevos lugares son atendidos por gente joven, con una imagen y un trato muy familiar, para que tanto mujeres como hombres se acerquen a ellos con total naturalidad, como simples consumidores de artículos que fomentan la sexualidad sana y en libertad.



A una de esas primeras tiendas que se instaló en Madrid le pusieron el nombre de Amantis –palabra compuesta por una sugerencia al arte de amar y por el nombre del insecto que con su infame conducta amatoria, en ocasiones la hembra adulta, se come a su pareja justo después del apareamiento, e incluso durante. Aunque a pesar de ello, los machos nunca rehuyan la oportunidad de reproducirse. Se trata de nuestra querida Mantis religiosa. Un nombre tan sugerente que invita a querer saber lo que pasa puertas para dentro.
En el año 1998, un chileno afincado en Madrid llamado Carlos Mateo, fue el ideólogo e impulsor de esta nueva modalidad sexual. Se le ocurrió sacar los juguetes del armario, sacudirles la naftalina y convertir los artículos de sex-shop en un negocio normal. Con la ilusión de hacer fácil, divertido y accesible para todas las personas, el maravilloso mundo de los complementos para adultos. Carlos decidió alquilar un pequeño local en Madrid, en un barrio tan emblemático como Chueca, al que puso de nombre Amantis, para compartir la lucha por los derechos de las minorías sexuales. Y desde entonces y hasta ahora, el número 46 de la C/ Pelayo se ha convertido en todo un referente del placer sexual.
Al año siguiente, su hijo Cristobal decidió poner en funcionamiento la página Web www.amantis.net, para que todo aquel que quisiera pasar desapercibido, pudiera comprar este tipo de artículos en total anonimato. La versión On Line de Amantis fue todo un éxito y a partir de ese momento, Cristóbal se convirtió en el CEO de la empresa –Chief Executive Officer, el máximo nivel de decisión de la compañía; el Director General–.
Hoy en día, un equipo de 20 personas trabajan para dar ilusión y satisfacción a todos sus clientes en tres tiendas: C/ Pelayo 46 y C/ Ribera de Curtidores 10 en Madrid, C/ Torrent de l’Olla 145 en Barcelona, y un almacén también en Madrid, que surte a todos sus locales. Pero especialmente para todo el mundo a través de su web en español y en francés www.amantis.fr
Algunos de sus trabajadores habituales son:
Nikki, dependienta BDSMMarta, Community ManagerCristóbal, CEO, Pilar, experta en TupperSex... 

Pero quedan muuuuuchos más. Un negocio familiar donde padre e hijo trabajan mano a mano para hacer feliz y enseñar a disfrutar a todo tipo de público.

¿CREES NECESARIO EDUCAR EN SALUD SEXUAL?




        

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